¿Qué sucede cuando el azúcar alta en sangre afecta a tu cerebro? No se trata solo de sentirse confundido después de esa rebanada extra de pastel. Nuevas investigaciones sugieren que la diabetes podría estar causando estragos en tu cerebro de manera inquietantemente similar a la enfermedad de Alzheimer temprana. No son noticias precisamente reconfortantes para los millones de personas con diabetes tipo 2.
El daño comienza temprano. Incluso antes de que los médicos estampen «diabético» en tu historia clínica, tu cerebro podría estar cambiando. Las personas con diabetes tipo 2 muestran aproximadamente 26% más alteraciones cerebrales en comparación con el envejecimiento normal. Sutil al principio, devastador después. Sus cerebros literalmente se encogen más rápido, con una pérdida notable de materia gris en áreas críticas como el estriado ventral.
Los picos de azúcar en sangre no solo dañan tu páncreas. También son tóxicos para las neuronas. Los niveles altos de glucosa crean una tormenta perfecta de estrés oxidativo e inflamación. Tus células cerebrales se asfixian y mueren. No es una imagen bonita. El entrenamiento por intervalos de alta intensidad puede ayudar a combatir estos efectos devastadores mejorando la sensibilidad a la insulina y la utilización de glucosa.
Los efectos cognitivos son reales y medibles. La memoria falla. Aprender se vuelve más difícil. ¿Velocidad de procesamiento? Glacial. Las funciones ejecutivas —esas habilidades cerebrales de alto nivel que te ayudan a planificar y organizar— se deterioran más rápido de lo normal. Los diabéticos experimentan un 13.1% adicional de deterioro en la función ejecutiva en comparación con sus pares de la misma edad. De repente estás olvidando citas o teniendo dificultades con las palabras. ¿Te suena familiar?
La conexión diabetes-demencia no es coincidencial. Ambas comparten un villano común: la resistencia a la insulina. Tu cerebro necesita insulina para funcionar correctamente, pero cuando se desarrolla resistencia, las cosas se descontrolan. Los mismos mecanismos que impulsan la diabetes podrían estar pavimentando las autopistas neuronales para el Alzheimer. Las personas con diabetes tienen de 1 a 5 veces más probabilidades de desarrollar demencia en comparación con aquellos sin la enfermedad.
El riesgo de derrame cerebral también se dispara: 2 a 5 veces más alto que en no diabéticos. Cada derrame cerebral, grande o pequeño, reduce las reservas cognitivas.
¿La parte más aterradora? Estos cambios ocurren antes de que los síntomas sean obvios. Tu cerebro podría estar cambiando ahora mismo. Daño silencioso y progresivo mientras todavía te sientes bien.
Pero aquí está el rayo de esperanza: controlar el azúcar en sangre podría realmente proteger tu cerebro. Los mismos cambios en el estilo de vida que controlan la diabetes podrían potencialmente ralentizar el deterioro cognitivo. Ejercicio. Dieta saludable. Manejo del estrés. Tu páncreas te lo agradecerá, y tus neuronas también podrían hacerlo.